jueves, 28 de abril de 2011

Ella

Ella era tierna a mis ojos, pero la realidad es cruel con el amante, pues el amor lo ciega, pero no del todo, siempre deja vestigios de luz.
Ella era frágil, o eso creía, mejor dicho creo.
Ella era mía, que iluso.
Ella, solo ella, cadenciosa, irresoluta, tan altiva e insensible con todos, incluso conmigo.
Ella, de ojos cálidos, que patético.
Ella fue mía, en pretérito (también solo en mi mente).
Ella fue el día, fue la noche.
Ella fue un fin de semana.
Ella fue una dulce y fría madrugada a las cinco.
Ella fue el beso más tierno.
Ella es incluso mi última lágrima.
Ella, tan pretenciosa, tan insegura
Ella, tan frustrante.
Ella, aun así mi sueño (pobre masoquista enamorado).
Ella, la luna llena.
Ella, a la que quiero (solo tú).
Ella, a quien le di todo (pero no era lo que ella buscaba).
Ella por la que sufro (y por la que sonríes masoquista).
Ella de quien anhelo un suspiro.
Ella de quien quiero un beso (inconcluso, imposible).
Ella a quien amo, por quien lloro, por quien sufro, a quien siento, por quien vivo, a quien espero, a quien quiero, ella por quien me muero, aquella, por la que no dormí, por la que en mis madrugadas intensas sonreí, aquella por quien mil gritos pegue, mis sollozos otorgue, aquella con quien sueño, aquella quien me deja, ella es mi sueño y la vida es sueño, conservare solo el recuerdo de un amor, solo mío, que nació en mi cabeza y en mi corazón, pero que no será nunca  asimilado.
Ella, por quien de luto estoy.

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